¡Gloria a dios por nuestro nuevo Lema!
Allá, por los años 70 cuando Dios tocó en lo profundo del corazón al Rev. Luis M. Ortiz, para colocar un sentir inmarcesible, un lema de trabajo que acompañe los días de labor de la obra del Movimiento Misionero Mundial anualmente. Siendo el primero “Impacto 1970” donde anhelamos que el amor de Cristo cause una huella imborrable en cada ser y fue así.
Esta consigna, es una palabra que resume y motiva el trabajo misionero y evangelístico. Con un propósito específico cada lema está basado en la Santa palabra de Dios y nos permite entregar un mensaje que va directo al alma del hombre.

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